viernes, marzo 06, 2009

BÉLA BARTÓK 2: el "folklore imaginario"



“…Lentamente, Bartók avanzaba hacia el período de sus obras maestras, allí donde el folklore europeo oriental, el pasado de la música tradicional y su visión de vanguardia se funden en una nueva racionalidad, que no es suma de partes, sino integración abierta, “solución de libertad”, como dice Massimo Mila. Pero el acento estará puesto en la modernidad, en la heterogeneidad, sin escapar a principios formales clásicos. Si la Música para cuerdas, percusión y celesta trae la forma cíclica-lisztiana, la utilización de instrumentos como el tam-tam, los platillos, etc., o la escritura cangrejo del tercer movimiento la vuelven inusitada hasta llegar a la “apoteosis del folklore imaginario” que es el último movimiento. Luego, la ya mencionada Sonata para dos pianos y percusión parece dar razón a quienes afirman que Bartók cumplió “una reestructuración del lenguaje musical culto a partir del ritmo”. Y en el concepto de “folklore imaginario” entrarán a jugar tanto la invención melódica y rítmica en el espíritu del folklore cuanto la libertad de elección del material documental, provenga de donde provenga. Lo dice Bartók: “Yo no rechazo ninguna influencia, sea de fuente eslovaca, rumana, árabe o de cualquier otro sitio, con tal que sea de una fuente pura, fresca y sana”. Así, sobre esa base, construyó sus obras claves, en las que se llega a “una sublimación de elementos melódicos y rítmicos aislados de su contexto”. Esta nueva categoría demuestra claramente que Bartók no pensaba ni sentía en términos corporativos y que los valores trascendentales de su música son “ajenos a la recuperación mística y simbólica de los valores musicales de la nación”…”.
(Bartók, Béla, "Escritos sobre música popular", Siglo XXI, México, 1987, Introducción, págs. 24/25)